Tras la lluvia
de Goya´s vividos anoche, en el que el discurso crítico contra los recortes en
cultura se hizo notar, (no así la presencia del Ministro al que las cámaras
enfocaron ráfagamente). Blancanieves,
la apuesta de Berger, fue la protagonista indiscutible de la gala. El motivo de
sus galardones, el componente innovador-tributo al cine mudo.
Innovador, al apostar por la ausencia de voz, en
un mundo en el que la elevación acústica, es el motor de arranque para ser
escuchado.
Tributo, por ese guiño al pasado, a los orígenes del cine, al lugar
donde comienza la magia. Y es aquí, en los orígenes de antaño, donde arranca mi
indagación de hoy.
El cine mudo,
me sirve de inspiración para trasladarme en el tiempo, y encontrar a los
protagonistas de este post, los abuelos. Niños del hambre y la lucha, Ancianos
del olvido y el silencio.
BIENVENIDOS A NO ES PAÍS PARA ANCIANOS.
Viendo anoche
la Gala de los Goya, encontraba una marcada ausencia de actores longevos. Sí,
Concha Velasco y José Sacristán obtuvieron su estatuilla, sí. Pero, después de
una más que dilata experiencia como actores, con más de 100 películas a sus
espaldas, es ahora, con 70 años cumplidos cuando se premia su esfuerzo, cuando
se balbucea un Gracias.
Esto me hace
ver, que en esta sociedad, la figura del anciano, tiene escasa presencia, o
mejor dicho, escaso reconocimiento. Más
pendientes quizás, por descubrir jóvenes promesas, que por escuchar la voz de
la experiencia, caemos en el error de olvidar a ese colectivo, al que tanto
debemos dar las Gracias.
La Historia
nos muestra que la figura del anciano en civilizaciones pasadas, como la Persa, adquiere un notable protagonismo. Los viejos-sabios, son los encargados
de instruir a los jóvenes herederos como
futuros dirigentes del Imperio.
El heredero
persa debía adquirir tres premisas:
- Montar a
caballo
- Disparar el
arco
- Decir la
VERDAD
Se instruía a los jóvenes para ser capaces de moverse por ellos mismo, de adquirir destrezas defensivas, y de inculcarles la importancia de la verdad, como fuente de fidelidad. Se les aportaba conocimientos, experiencias y sabios consejos, para convertirse así, en perfectos herederos, fieles a sus ideales y a su Imperio.
Hoy, este
ideal de anciano-sabio, dicta mucho que desear en nuestra sociedad, que pretende arrinconarlos en el olvido.
Sin embargo, desde aquí, como protagonistas de este post,
me gustaría rendir homenaje a nuestros abuelos, a esos ancianos que nos dieron
tanto, sin recibir nada a cambio. A contribuir con un deseable GRACIAS.
Gracias por la
lucha y la tenacidad.
Gracias por ese espíritu de supervivencia.
Gracias por contribuir a la evolución misma del país.
Gracias por seguir siempre adelante…
Gracias por
hacer posible que nosotros, estemos hoy día disfrutando del privilegio de
existir.
Los ancianos
del hoy, son más que un juego político para ganar votos, más que un juego de
subidas y bajadas de pensiones, más que un juego de dependencia, mucho más que
un premio por colar Preferentes y arrebatar sus ahorros, son más y más que un
agujero sanitario, o más que un gasto público atenuante, son más de lo que nos
hacen creer.
Y por ello,
por ese más que son, y serán, debemos rendir homenaje con un GRACIAS. Un simple
gesto de gratitud hacia un colectivo que tanto nos aportó.